Capitulo 1: El Inicio

jueves, 5 de julio de 2007

Redria, Principios de la renovación después de una guerra que había dividido pueblos y familias, ahora unidas por el tratado de paz entre los miembros más altos de ambos ejércitos.

Era un día como cualquier otro, las calles estaban llenas de personas felices que llegarían a su trabajo matutino, los niños corrían jugando por las calles, madres de familia compraban los alimentos que con orgullo prepararían y pondrían en las mesas de sus queridas familias, nadie pudo elegir un mejor día para hacer lo que comúnmente se realizaba… dentro de esta felicidad, se podía mirar un pequeño hogar del cual salía una jovencita de tan solo dieciséis años de edad preparada para realizar su labores matutinas, hija de un comerciante reconocido por todos en la ciudad y una mujer la cual se dedicaba a las labores del hogar y de cuidar de Ery, su única hija. Ella solía hacer muchas preguntas, lo cual hacia molestar de ves en cuando a las personas que conversaban con ella, siempre con su mirada alegre, pero en batalla era totalmente diferente, seria y concentrada en lo que hacía, su joven aspecto era bello para una señorita de su edad, cabello de un color oscuro, ojos verdes como esmeraldas y una piel blanca algo tostada por el sol.

Ery se decidía a ir a sus clases en la escuela “artes de batalla” de la ciudad, la mas reconocida en todo el continente por su gran rectitud y la habilidad de haber forjado a los mejores héroes en batallas pasadas; a ella le encantaba manejar el arco desde muy pequeña, su habilidad fue creciendo con los años, pero su entusiasmo es el mismo desde entonces, al pasar por las calles sus conocidos y amigos la saludaban sin olvidar desearle suerte en su día, parecía que iba a ser tranquilo ,faltaba poco por recorrer para llegar a su destino.

Justo antes de llegar el viejo herrero levanto la mano al aire saludándola y diciéndole

- Buenos días Ery, ¿que tal?- ella no tardo en responder

- Buenos días Sr. Ambers, ¿Qué hermoso día no le parece?

- Si claro, es un buen día para forjar un buen acero y escuchar como su dulce sonido llega a mis oídos al golpearlo con mi gran mazo- respondió el viejo sonriendo alegremente.

Justo en ese momento, un hombre… un ser que no parecía pertenecer a esas tierras, emergió de una tienda de armas, parecía molesto, sus ropas gastadas no dejaban ver su rostro encapuchado, portaba una espada enfundada la cual parecía haber tomado ya numerosas vidas en batalla. El hombre se dirigió al frente pasando a solo unos pasos de donde se encontraba Ery y el viejo Ambers… cuando… dos guardias desde lejos gritaron

- ¡Detengan a ese Hombre!

Inmediatamente todos tuvieron miedo y curiosidad sobre aquella figura misteriosa; los guardias corrieron tras el hombre el cual seguía caminando de forma tranquila sin decir palabra alguna, estos desenfundaron sus espadas y prepararon sus escudos para apresar al acusado.

Justo cuando todos pensaron que la situación quedaría resuelta, el hombre extraño desenfundó su espada y de forma veloz la agitó silbando por el aire… Ery inmediatamente reconoció la técnica y gritó

- ¡No!, ¡Abajo!

Pero sus esfuerzos fueron nulos, el aire atravesó los escudos de los guardias dejándolos tumbados en el suelo, la joven no perdió el tiempo y preparó la cuerda de su arco, tomó una flecha de su carcaj y se dispuso a disparar al enemigo…

- ¡Ríndete, no tienes a donde escapar, ni tu con tu velocidad podrás contra la de mi arco!- Anunció en voz fuerte a su enemigo encapuchado

De pronto este saltó tan alto como si lo hubiera hecho un gran halcón emprendiendo vuelo, Ery apunto y disparó su flecha, la cual cortó el viento a su paso de manera extraordinaria, en el aire el hombre giró su cuerpo con la facilidad de un felino, cortó la flecha por la mitad con su gran espada y con la misma velocidad ascendente regreso al suelo. Ery quedó sorprendida de la hazaña, que titubeó al querer buscar en su carcaj una flecha nueva, tiró la cuerda y apunto con rapidez, esta vez utilizaría una flecha de cristal las cuales son tan frías como el mas helado iceberg, estas flechas son tan peligrosas que solo gente clasificada las porta, ya que contienen un elemento peligroso en su interior, la pequeña comenzó el conjuro para lanzarla

- Invierno, señor del hielo y la nieve, cristaliza el mal en tus manos. ¡Flecha de hielo!

Esta vez al ser disparada dejaba copos de nieve que se desprendían de la flecha al cruzar el sigiloso viento, parecía que el hombre no podría contra una flecha de tal poder, Ery con los ojos fruncidos por el encuentro observó volar su poderosa creación contra aquel enemigo de grandes habilidades. El hombre tomó su espada sobre su cabeza de forma horizontal esperando el choque, justo antes de que la flecha llegara a su destino el hombre gritó sus primera palabra en todo el día

- ¡¡Reflecto!!

Esto dejó mas preocupada aun a Ery quien sabía perfectamente el significado oscuro de ese conjuro, el hombre golpeó la flecha la cual regresó a su dueño de la peor forma que pudiera esperarse un arquero de su nivel. La joven no tuvo tiempo de reaccionar a tan inesperado ataque, solo cerró los ojos y espero hasta el final… después de unos momentos, la pequeña no sentía frío ni dolor alguno, abrió los ojos lentamente y se quedó aun mas sorprendida que las otras veces, el mismo hombre quién era su enemigo… le había salvado la vida, lo supo con seguridad al ver en ese momento como otro corte como el anterior partía la flecha con una gran velocidad y precisión, esta se dividió en pequeños pedacitos de hielo, era una escena tan extraña que nadie de los presentes dijo algo acerca de lo ocurrido en esos momentos, el hombre guardo su espada y se acerco a la pequeña,

- No pensaba en salvarte, pero tus habilidades no deben desperdiciarse en una lucha insignificante como esta- respondió sarcásticamente la figura de oscura presencia, alejándose poco a poco

- ¡Espera!- grito después de un momento -¡No te vayas!-

Tan rápido lo dijo se puso en pie y corrió hacia el hombre, estando cerca de el con una cara tan pura e inocente dijo tiernamente

-Gracias… gracias por salvarme, ¿puedes decirme tu nombre?

El hombre no hizo caso y siguió su camino,

-¡Por favor!- grito desesperadamente al verlo partir… pero justo cuando pensó que no le respondería este grito a lo lejos

-¡Puedes llamarme BlackCat!

Ery volteo al principio con una cara de sorpresa, estaba feliz de saber el nombre de tan grande adversario, desde entonces la vida de esta joven cambió de ser una niña ordinaria, a ser quien se propondría derrotar un gran guerrero.

Después de la acción que se había llevado, los citadinos cercanos al lugar observaron la figura de Ery mirando hacia el horizonte de la ciudad, donde el guerrero misterioso había desaparecido de los terrenos de la enorme ciudad, ella después de unos momentos se sentó en una esquina de las empedradas calles mientras reflexionaba lo que había sucedido, solo acompañada de su gran arco y su carcaj de cuero repleto de flechas, recordó sus pasos desde niña para llegar a ser una arquera digna, las pruebas difíciles para llegar a conseguir el reconocimiento de las flechas elemento… parecía ser que todo su esfuerzo había sido quebrado de manera tan fácil como quebrar un cristal, debido a la habilidad de un hombre

–Parece ser que después de todo, tu sonrisa jamás desaparecerá pequeña- le dijo el viejo Ambers quién se había quedado cerca preocupado por ella

Ery en realidad estaba sonriendo aún, alzó la cabeza ligeramente para poder verle al rostro, el rostro del herrero mostraba una mirada tierna de comprensión la cual solo se ocultaba por los blancos cabellos del hombre y sus marcas de edad, ella lo miró y le contestó

- Así es señor, aunque haya perdido… encontré alguien que es mas hábil que yo en batalla

– ¿Piensas vengarte?- respondió el herrero con una voz suave

La pequeña contempló por un momento su arco y con breves palabras pudo decirle con seguridad.

la venganza nunca es buena, pero aprenderé de esta experiencia

Con esto se puso de pié y se dirigió a al lugar de donde había venido, su hogar…

En el mismo día por la noche Ery se sentó en la mesa del comedor esperando la cena que su madre había preparado, su familia ceno discutiendo el día tan bueno que le había tocado a su padre en el trabajo… cuando al final ella les dijo a sus padres lo sucedido en la mañana, sus padres inmediatamente se asustaron pensando que aquel delincuente pudo herir a su única hija a quien querían tanto y les hacia sentir orgullosos, pero Ery los asustó mas al decir

-Mamá, Papá, deseo aventurarme desde mañana para incrementar mi habilidad con el arco, la mirada de aquel sujeto, tan fría y tan rígida notaba su gran habilidad adquirida desde tierras lejanas… por eso, quiero su aprobación para valerme por mi misma de ahora en adelante.

Los padres con una mirada triste por la petición de su hija trataron de hacerla cambiar de opinión, ya que si trataban de tenerla a la fuerza no serviría de nada, ya que ella misma sería capaz de escapar y tener resentimientos contra aquellos que se negaron a su futuro, con toda la tristeza y el pesar del corazón, no tuvieron mas remedio mas que darle su bendición y de aprovechar el último día que estarían con su hija.

A la mañana siguiente la pequeña joven se levantó tan temprano como pudo para evitar un cambio de parecer de sus padres, tomo una pieza de pan de la cocina junto con sus cosas y salió a buscar a ese ser quien sería su adversario en el futuro… Black Cat.

1 comentario:

Near dijo...

woooaaaaaa genial i love it !!!
muy buena historia y ya me la imagino hecha seria jaja yo seria fan numero 1 y tendria todos los mangas esta genial la historia me hace pensar y es mas casi estube imaginando todas las escenas... esta simplemente genial sigue asi eres muuuy bueno pasa por mi blog ...
see ya